Niños son atropellados mientras jugaban; se encuentran graves

Entre la vida y la muerte se debaten dos menores de edad, que fueron atropellados por un taxista que se desplazaba a exceso de velocidad, por calles de la colonia Hacienda Narro durante la noche de ayer jueves.

El aparatoso accidente se registró aproximadamente a las 7:50 de la tarde sobre la calle Majada, entre Venadito y Tanque Viejo, donde vecinos solicitaron de emergencia por medio de una llamada al 911 una ambulancia, pues un taxista había atropellado a un par de menores.

En dicha calle, momentos antes se encontraban en medio jugando con una patineta, Ángel Alfredo “N” de 6 años de edad junto con Francisco Guillermo “N” de 9 años, cuando de pronto un taxi Nissan Tsuru de color amarillo les pasó por encima a ambos, arrastrándolos por algunos metros.

De inmediato el taxista, que fue identificado como Omar Pérez Marrufo de 39 años de edad, bajó del vehículo para ver lo que había pasado, mientras las vecinos de los pequeños al ver a los menores ensangrentados debajo del auto, solicitaron a gritos la ayuda.

Hasta el punto, acudieron dos ambulancias de la humanitaria Cruz Roja cuyos paramédicos valoraron a ambos y de urgencia fueron trasladados, uno hacia la clínica 1 del Seguro Social y el otro al Hospital Universitario, en grave estado de salud.

Ángel, el menor, contaba con fractura en el húmero, fémur, tibia, peroné y abraciones, mientras que Francisco de 9 años resultó ser el más afectado, al resultar con trauma de cráneo severo con deformidad, pero camino al nosocomio comenzó a vomitar sangre posiblemente por estallamiento de vísceras debido a que el auto le pasó por encima.

Oficiales de la Policía Municipal acudieron tras el reporte para tomar conocimiento, por lo que procedieron a la detención del taxista, quien iba a exceso de velocidad. Presuntamente por una distracción al volante provocó que no se percatara de los niños que jugaban.

Vecinos del sector, solicitaron a las autoridades que coloquen bordos debido a que en tal calle siempre circulan combis, taxis y transportes de personal a gran velocidad y temen que suceda de nuevo una desgracia similar a la que hoy mantiene a los menores al borde de la muerte.