Debajo de una unidad del transporte público quedó inconsciente un joven luego de que fuera atropellado por el camión la noche del martes, cuando circulaba sobre las calles de la colonia Valle de las Flores Popular; horas después perdió la vida en un hospital.
Fueron minutos antes de las 9 de la noche que vecinos del sector presenciaron un accidente en el cruce de las calles Rosal y Azucena, donde una ruta 6 había arrollado a un joven que quedó debajo de la unidad y aparentemente sin vida, por lo que en medio de gritos pedían auxilio y de inmediato reportaron los hechos al Sistema Estatal de Emergencias 9-1-1.
Se trata de Carlos Castañeda de 24 años quien se encontraba en dicha esquina, cuando el chofer de la ruta transitaba y en cuestión de segundos terminó inconsciente bajo el transporte; de acuerdo al testimonio del propio operador, mencionó que llevaba pasaje lleno y con baja velocidad, debido a que había muchos niños pidiendo dulces con motivo de Halloween, cuando de pronto escuchó gritos de señoras que pasaban por el lugar, por lo que se detuvo para ver el incidente donde se vio involucrado, señalando que el afectado se lanzó a su paso.
Paramédicos de la Cruz Roja acudieron de inmediato al lugar para valorar al joven, por lo que tuvieron que meterse por debajo de la unidad para poder sacarlo y prestarle los primeros auxilios, pero tras ver la gravedad que Carlos había sufrido fue trasladado de emergencia al Hospital Universitario en horas más tarde se reportó su deceso.
Los primeros reportes señalaron que el rostro del joven se impactó contra el camión y luego cayó de lleno al pavimento, al parecer se encontraba ingiriendo sustancias tóxicas, ya que al arribo de las autoridades se encontró cerca de su cuerpo una botella de resistol, por lo que se presume el joven se lanzó hacia el camión, versión que será confirmada o descartada por peritos de tránsito y la Fiscalía General.
Uniformados de la Policía de Tránsito Municipal tomaron conociemiento del accidente, en donde procedieron a detener a Enrique Aguayo de 30 años poniendolo a dispósición de la autoridad competente que determine su situación.